La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, había prometido ya no sacarle nuevos audios a Alejandro Moreno, Alito, pero  ayer anunció que hoy por la noche difundirá el último.

Todos los audios anteriores han sido brutales y exhiben a Alito como peor que heces fecales y los ciudadanos de a pie ya identifican a Alito como un delincuente, enfermo sexual, mentiroso, ruin, miserable, cobarde, amoral,  podrido.

Con tantas auto-confesiones de Alito,  medio mundo quiere que se vaya del PRI, pero ¡cuidado!, eso no le conviene a  Morena.  Alito se ha convertido en aliado involuntario del PRI. Gracias a su imbecilidad, el PRI ha perdido 10 gubernaturas del 2019 a la fecha y hay altas posibilidades de que en el 2023 pierda otras dos.

Doña Layda haría bien en ya no sacarle más audios a Alito, no vaya a ser la de malas que Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas se enojen y decidan quitarlo. ¡Ni lo mande Dios!

Es mejor que Alito siga con su obra destructora del PRI. Luego de 93 años de existencia, el PRI ya cumplió su  ciclo histórico, ya no se va a recuperar y debe dar paso a un nuevo partido.

E igual ocurre en el PAN, que después de 83 años de fundado  ya dio el viejazo y de ser un partido opositor, a partir de 1989 se convirtió en aliado y cómplice del PRI, a cambio de  legitimar a Carlos Salinas. Desde entonces,  jugaron juntos porque además su proyecto de gobierno es el mismo. Fue  hasta ahora que se quitaron las máscaras y se fusionaron en el PRIAN. Ahora  caminan tomados de la mano y comparten el dolor de no poder  frenar a  Morena, con todo  y sus trampas y marrullerías.

Ayer un grupo de ex gobernadores, entre ellos Carlos Medina Plascencia, Francisco Domínguez, Francisco Ramírez, Juan Carlos Romero Hicks,  Miguel Márquez y Martín Orozco, gobernador saliente de Aguascalientes, se reunieron para dialogar sobre el futuro del PAN.

Proponen una criba en el partido y postular candidatos con una imagen pública limpia –descartados, pues Anaya y Cabeza- y aunque no lo dijeron públicamente, quieren fuera a Marko Cortés porque en los últimos tres años con él se perdieron 7 gubernaturas. El PAN se desmorona y se ha convertido en una caricatura.

Marko es otro aliado involuntario -¿o acaso estará de acuerdo con AMLO y cobra en la nómina del gobierno federal a cambio de ayudar a destruir al PAN?- de Morena y gracias a su falta de pericia política  el partido en el gobierno se ha fortalecido y está sentando las  bases para mantenerse en el poder durante varias décadas.

A Marko Cortés lo necesita Morena, así como en Tamaulipas  Morena necesita a Luis René “Cacharro” Cantú al frente del PAN, para que el partido guinda siga ganando elecciones.

Doña Layda, insistimos,  ya no debe moverle en el caso de Alito, al contrario hay que echarle porras y que permanezca al frente del PRI hasta que lo destruya.