Tiempo de opinar

Raúl Hernández Moreno

El gobernador electo Américo Villarreal Anaya advirtió este día que no permitirá que  Francisco García Cabeza de Vaca “cercene” sus atribuciones con reformas ilegales anticonstitucionales.

Se refirió concretamente a las reformas para crear una Súper Fiscalía que controle la Unidad de Inteligencia Financiera, la Fiscalía Anticorrupción  y el Grupo de Operaciones Especiales, entre otras instituciones.

El anuncio lo hace a tres días de que Santiago Nieto y la bancada de Morena en el Congreso presentaron ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación un recurso de anticonstitucionalidad por las reformas aprobadas por los diputados del PAN.

Américo también denunció que en la recta final del sexenio cabecista se pretende basificar a más de cuatro mil trabajadores estatales y también se anunció la  reactivación de la carretera Tam-Bajío, que obviamente no se terminará en los dos meses que le quedan a la administración actual.

Nos quieren  heredar obras y les decimos que la vamos a revisar y si no tiene vialidad la  vamos a cancelar, apuntó.

Le quedan 74 días a la administración cabecista, pero en cambio el Congreso seguirá controlado por los retrogradas del PAN, esos que se oponen por sistema a las libertades individuales y que aman tanto a Cabeza que quisieran tener el poder de escriturarle el Estado a su nombre.

El Congreso ha comprado voluntades de diputados muertos de hambre y sin principios, gracias a que el Ejecutivo Estatal a puesto a su disposición el presupuesto estatal de más de 65 mil millones de pesos. Pero a partir del 1 de octubre la mayoría panista ya no tendrá acceso a esos recursos y Cabeza no querrá darle dinero de sus cuentas personales, y entonces ya no será fácil operar.

Por otra parte, el periodista Álvaro Delgado opinó desde Nuevo Laredo que si bien se frustró  el plan de Francisco García Cabeza de Vaca para ser candidato presidencial –al fracasar en las elecciones de 2021 y 2022- una vez que deje el poder seguirá aliado con el bloque opositor para intentar arrebatarle a Morena la presidencia de la república.

Álvaro Delgado y Alejandro Páez presentaron el sábado, aquí en Nuevo Laredo, su libro La disputa por México.

Parece que fue ayer, cuando muchos panistas y sobre todo neopanistas, estaban convencidos de que Cabeza de Vaca era el gran estratega político y no el negociador que en el 2016 pactó con Peña Nieto Tamaulipas, a cambio de que el PAN votara a favor de la reforma energética.

Creían esos cabecistas que las elecciones de 2021 y 2022 serían un juego de niños y que el PAN arrasaría en las urnas y Cabeza se catapultaría a la candidatura presidencial con el apoyo del borrachín de Felpe Calderón, del troglodita de Javier Lozano y el sinvergüenza de Roberto Gil Zuarth.

En vez de ser considerado prospecto a la candidatura presidencial en estos momentos  es candidato al bote y  no precisamente el de los tamales.

Al final del sexenio, Cabeza de Vaca muere porque el Presidente lo invite de embajador, aunque sea a un país como Siria, donde sea es bueno, al menos mejor que pisar Almoloya o un lugar de esos.

En otro tema, el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier anunció que de aquí a septiembre, se promoverá en análisis  y discusión de la reforma electoral propuesta por el Presidente Andrés Manuel López  Obrador.

La propuesta incluye eliminar los diputados  federales de minoría y reducir a la mitad los senadores elegidos por esa vía, para que de 64 queden 32; cambiar el nombre el nombre al INE; elegir los  consejeros electorales mediante el voto directo de los ciudadanos; que el presupuesto a los partidos sea solo en año electoral, entre otros.

Es una reforma electoral inviable porque se requiere modificar la Constitución, se necesita de mayoría calificada y Morena no la tiene, pero en el fondo lo que se busca es exhibir la intolerancia de la oposición, que a falta de argumentos, utiliza un no por sistema. Están moralmente derrotados, lo saben, pero no saben qué