BRASIL 02 de Agosto del 2023 (RN Noticias) con información de HERALDO DE MÉXICO.- Un momento memorable entre padre e hijo se convirtió en una tragedia, pues la imprudencia se hizo presente causando un mortal accidente en el que ambos varones perdieron la vida. Viajaban en un avión cuando el hombre quiso tomar cerveza, por lo que dejó que el niño de 12 años piloteara la aeronave, pero perdió el control y se estrellaron. Sucedió en el estado de Mato Grosso, en Brasil.

Ocurrió la tarde del pasado sábado 29 de julio, el avión Beechcraft Baron 58 despegó del aeropuerto de Vilhena, minutos después desapareció del radar. Por la noche comenzaron los trabajos de búsqueda para encontrar a los hombres, otras aeronaves participaron en los sobrevuelos, pero no encontraron rastros de ninguno.

Graban momentos previos a su muerte
Fue hasta la mañana del domingo 30 de julio cuando militares ingresaron a pie a la zona boscosa y localizaron los restos de la avioneta bimotor, así como los cuerpos del padre y el hijo. El Centro de Investigación para la Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) comenzó el lunes 31 los trabajos para identificar las causas del accidente aéreo.

Tras darse a conocer la muerte del hombre -un empresario ganadero identificado como Garon Maia Filho, de 42 años- y de su hijo Kiko de 12, se difundió un video en el que se ve cuando el niño está pilotando la aeronave y su padre bebiendo una cerveza. El menor se ve alegre por estar al frente de la situación e intercambian algunas palabras, sin imaginar que minutos después sus vidas terminarían.

Según la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) , la avioneta bimotor fue fabricada hace 12 años, estaba autorizada para volar de noche y transportar hasta cinco pasajeros.

Su esposa muere después de enterrarlo
La noticia de la muerte del ganadero y su hijo conmocionó a la comunidad, pero un día después la tragedia siguió haciéndose presente, pues la pareja del hombre fue encontrada muerta dentro de su casa, presuntamente se suicidó pues tenía una herida de bala en la cabeza.

Su nombre era Ana Paula Pridonik, tenía 27 años, era ingeniera y estaba casada con Garon Maia Filho, uno de los ganaderos con las fortunas más grandes de Brasil. Razón por la cual las personas no creen en la hipótesis del suicidio y han pedido que se investigue mejor, pues la joven heredaría la fortuna de su marido.