NUEVO LAREDO, Tamaulipas a 30 de octubre de 2024, por Alberto Calderón (Agencia RN Noticias) .- En el corazón de Nuevo Laredo se encuentra un lugar lleno de historia y memoria. Se trata del antiguo Panteón Municipal, donde reposan figuras clave que han forjado el destino de esta ciudad. Desde héroes de la independencia hasta líderes locales, cada tumba cuenta una historia que merece ser recordada."

De los monumentos más destacados están el de Donaciano Echavarría, del Capitan Tomas F. de la Garza, del General Lucio Blanco, el general Maclovio Herrera, el general Reinaldo Garza, la coronela, entre otros.

Eliseth Banda, jefa de Panteones Municipales en Nuevo Laredo manifestó “tuvimos entre los personajes revolucionarios, pues tenemos al general de división Lucio Blanco, el general Maclovio Herrera, el general Reinaldo Garza, la coronela, algunos ya sí fueron exhumados, como el general Maclovio Herrera fue exhumado ”.

También nos encontramos con las tumbas de figuras como Tomás F. de la Garza, quien fue presidente municipal a principios del siglo XX y promovió mejoras en los servicios públicos, y el arquitecto Mateo Matei, responsable de varias edificaciones emblemáticas en Nuevo Laredo.

Destaca la tumba de un texano, Juan Nepomuceno Seguín, fundador de Seguín, Texas y quien se vino a Nuevo Laredo, donde uno de sus hijos, Santiago, fue alcalde.

Banda destaco otra de las tumbas en el panteón municipal antiguo “Este es Juan Nepomuceno Seguín, participante previamente de la independencia de Texas. Aquí lo raro es que es un tejano, pues siendo sepultado en tierras mexicanas, ya que fue nombrado capitán por Stephen F. Austin en 1835 y participó en la batalla de Concepción tras el ejército del ejército de Santa Ana”.

Eliseth Banda nos recuerda que visitar estos mausoleos no solo es un acto de respeto, sino también una oportunidad para conectar con la historia y el legado de nuestra comunidad.

Aquí descansan los restos de alrededor de 16 personajes históricos, algunos de los cuales han sido exhumados, pero su legado perdura en la memoria colectiva de Nuevo Laredo, siendo parte del pasado que ha dado forma a nuestro presente.