El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) define el término corrupción como “acción y efecto de corromper o corromperse”. Otra definición que la citada obra nos proporciona es la siguiente: “En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización indebida o ilícita de las funciones de aquellas en provecho de sus gestores”.
CORRUPCIÓN, UN MAL QUE URGE ERRADICAR
Por Armando Maya Castro
El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) define el término corrupción como “acción y efecto de corromper o corromperse”. Otra definición que la citada obra nos proporciona es la siguiente: “En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización indebida o ilícita de las funciones de aquellas en provecho de sus gestores”.
Se trata de una palabra que es pronunciada miles de veces durante el día, no sólo en nuestro país, sino en todos los países del mundo.
Y es así porque la corrupción es un fenómeno añejo y universal, que en la mayoría de los casos está fuertemente ligada a la impunidad, un mal que consiste en no procesar ni castigar a los responsables de violaciones a la ley.
En el caso específico de México, la corrupción es uno de los problemas que más preocupa a los mexicanos, junto con la inseguridad y la violencia. Por ello, su combate debe ser inteligente, eficaz e ininterrumpido.
Hablar de corrupción es hablar de acciones y comportamientos de personas y grupos que, al margen de la ley, favorecen por encima del bien público el personal o familiar.
Como se sabe, estos reprobables actos no son exclusivos de los servidores públicos o políticos que ocupan importantes puestos para enriquecerse ilícitamente. Son actos que se observan también con frecuencia en el sector privado, aunque se afirme que los autores de dicha corrupción no afectan con su deshonesto proceder al erario.
Lo cierto es que este abuso de poder público constituye desde hace varias décadas un desafío para el México nuestro, así como para muchas naciones del mundo. La lucha contra la corrupción debe incluir acciones de prevención, investigación y sanción de los diversos casos de deshonestidad, aunque es triste reconocer que, hasta el día de hoy, dichos esfuerzos no han dado los resultados que la ciudadanía espera.
Lo importante es persistir en la lucha y no quitar el dedo del renglón, a fin de impedir que la corrupción siga siendo uno de los grandes obstáculos para la competitividad, el crecimiento y el desarrollo económico.
La corrupción se manifiesta en ocasiones en forma de nepotismo y amiguismo dentro de la administración pública, desdeñando mediante dicha tendencia los méritos que otras personas tienen para ejercer los trabajos en el gobierno.
Esta transgresión a las instituciones del Estado provoca el desaliento de la inversión extranjera, genera severos daños a la economía del país, además de asestar un duro golpe a la credibilidad de las personas en las instituciones públicas.
La ciudadanía nunca ha estado a salvo de este penoso mal. Participa muy a menudo cuando para evitar una infracción de tránsito ofrece “mordida” (pequeño soborno) al agente que lo detuvo por un incumplimiento a la normativa de circulación vial.
En mayo de 2018, el Grupo Reforma y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) hicieron pública una encuesta realizada en abril de 2017. El resultado de la misma indicó en ese tiempo que una de cada cuatro personas da “mordida”. Una encuesta reciente del Inegi sacó a la luz que el contacto entre los ciudadanos con los policías es donde ocurren más actos de corrupción. Esto indica que el problema sigue siendo igualmente preocupante que en 2017.
La corrupción se da también en prácticas como el plagio de una tesis o de una obra, tal como señaló recientemente Andrés Manuel López Obrador. La declaración del presidente fue en alusión a las acusaciones en contra de la ministra Yasmín Esquivel por el presunto plagio de su tesis de licenciatura, acerca del cual pidió que se investigue todo.
Al abundar sobre la ruda campaña contra la ministra, y luego de admitir que el plagio es “corrupción” y “deshonestidad”, López Obrador dijo que aquellos “que acusan de plagio están metidos en la corrupción o avalaron la corrupción o viven de la corrupción. Aquí es aplicable aquello de que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
Twitter: @armayacastro