Luego de 93 años sin alternancia, Tamaulipas se juega el próximo domingo la posibilidad de la alternancia soñada, la alternancia posible.
La alternancia posible
-Alito, el hocicón
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
Luego de 93 años sin alternancia, Tamaulipas se juega el próximo domingo la posibilidad de la alternancia soñada, la alternancia posible.
Desde 1929, Tamaulipas solo ha sido gobernado por un partido: el PRI hasta 2016 y luego por el PAN que terminó fusionándose con el PRI. En los hechos no hubo alternancia. El PRIAN es lo mismo, con el agregado que los actuales actores políticos son lo peor de lo peor.
En medio de la peor crisis política de su historia, con dos ex gobernadores presos y otro que va por el mismo rumbo, Tamaulipas vive el sueño de por fin tener una alternancia que se traduzca en una era de reconciliación y paz.
Los tamaulipecos ya se hartaron de ser el segundo estado con más desaparecidos, con casi 12 mil, y el segundo lugar nacional con más migrantes rescatados de las bandas de traficantes de humanos.
Duele tener 136 mil tamaulipecos viviendo en situación de pobreza; hay 272 mil tamaulipecos sin acceso a los servicios médicos. La economía está estancada desde hace tiempo. Seguimos siendo la doceava economía nacional desde hace varios sexenios. No pasamos de ahí.
Pareciera que las enormes potencialidades del Estado, como la refinería de Altamira, los puertos de Tampico y Altamira y los 17 cruces internacionales, en vez de ayudar estorbaran. Se necesita un gobierno que trabaje de la mano con los empresarios nacionales y extranjeros.
Cabeza de Vaca al asumir el gobierno lo primero que hizo fue incrementar al 50 por ciento el impuesto de nóminas, cuando lo correcto sería ser un facilitador para que se instalen más y mejores empresas.
La industria maquiladora genera más de 270 mil empleos. Eso es bueno, pero hay que promover mejores salarios. Por eso hoy tienen enorme éxito plataformas laborales como los coches de alquiler, la entrega de paquetería o comida, porque en una semana, los emprendedores se embolsan entre 5 y 9 mil pesos, lo que nunca van a ganar en otros lugares.
Los tamaulipecos también aspiramos a más y mejores universidades de calidad, para que los jóvenes no tengan que emigrar a Monterrey, a Saltillo, a San Luis Potosí, a Texas, en busca de la calidad académica que no encuentran en Tamaulipas.
Nuestras universidades públicas necesitan de un mayor presupuesto para elevar la preparación de los académicos. No podemos esperar que la mayoría de los docentes tengan uno, dos o más doctorados cuando los salarios que reciben son bajos.
Igual política se necesita en el sector salud. Hacen falta decenas de años para que nuestro sistema de salud sea similar al de Canadá o Inglaterra, pero por lo menos debe mejorarse la infraestructura instalada, mejorar los sueldos del personal médico y enfermeras y un largo etcétera.
El sexenio de Cabeza de Vaca es un sexenio fallido. En vez de gobernar se dedicó a enriquecerse y a cobrar venganzas personales, en especial contra los de su propio partido, como Carlos Canturosas, Maki Ortiz y Leticia Salazar, a los que no solo no dejo crecer, sino que los combatió, temeroso de que le hicieran sombra.
Este domingo la alternancia en Tamaulipas puede hacerse realidad. Cabeza buscara robarse la elección, como lo intento en el 2021, pero creemos que no lo logrará y que el gobierno federal vigilara que no haya fraude y saldrá en defensa de su partido.
Tamaulipas merece un mejor destino. Tenemos todo para pasar más allá de la doceava economía nacional. Para eso se necesita un gobernador que ponga fin a la polarización.
El próximo gobernador está obligado a promover la reconciliación de los tamaulipecos, a promover un gobierno plural e incluyente, donde todas las voces sean escuchadas. Los tamaulipecos ya nos cansamos de una sociedad fraccionada, entre buenos y malos.
Tamaulipas merece una nueva era en la que gobierno y sociedad trabajen de la mano, en la que el gobierno esté dispuesto a escuchar, buscar y aplicar soluciones consensadas.
Cuando a la sociedad le dan oportunidad de participar en la toma de decisiones y estás son equivocadas, por lo menos le queda el gusto de que los tomaron en cuenta.
En cambio cuando el gobierno toma las decisiones y se equivoca, la sociedad se queda molesta porque no la escucharon.
Tamaulipas tiene muchas fortalezas para potencializar su desarrollo, pero se requiere que gobierno y sociedad trabajan juntos. Ya estamos hartos de decisiones personales fallidas, porque el enojo no los deja razonar.
En medio de todo esto, se filtró un nuevo audio donde el delincuente Alejandro Moreno planea un fraude al fisco y en el cual involucra a su propia madre.
Ante cada nuevo audio, Alito pretende justificarse con el cuento de que es una persecución en su contra, pero cada grabación es real, desde la que pide matar a los periodistas de hambre hasta los que extorsiona a proveedores y mecenas partidistas.
Es un hampón que ahora quiere convencernos de que todo lo que hace es por el bien de la patria. Mentira. Quiere poder y dinero, Alito debe renunciar a la dirigencia del PRI y prepararse para enfrentar a la justicia, Alito le está haciendo mucho daño al bloque opositor y le facilita al gobierno el control del país.
Alito se suicidó a sí mismo. Con él se aplica aquello de que el pez por su propia boca. Por hocicón cava su propia tumba.