Inician los cierres de campaña
-Corte decide el 1 de junio el destino de Cabeza
-El Moyo actúa como zombi
-Alito: miserable
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Raúl Hernández Moreno
Inicio la cuenta regresiva para el cierre de campañas, que concluyen el 1 de junio. El primero en cerrar fue César Verástegui, con un evento de varios miles de asistentes –entre 5 y 6 mil- en los terrenos de Expomex.
El domingo 29 es el cierre de Américo Villarreal en la explanada de la Independencia y para el cual se espera la presencia de Claudia Sheinebaum y Marcelo Ebrad.
Desconocemos cuándo será el cierre de Arturo Diez. La realidad es que ni el PAN ni el MC, informaron nunca de sus actividades de campaña.
En otro tema, Alejandro Moreno sigue dando de qué hablar, a través de los audios que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, ha filtrado y promovido para exhibir la falta de calidad moral de este miserable que se presenta como un hombre impoluto y tiene la cola sucia.
En el más reciente audio, Alito habla con un desconocido al que le dice: “A los periodistas no hay que matarlos a balazos, papá, hay que matarlos de hambre”.
El PRI está en decadencia y Alito contribuye a hundirlo más, al exhibirse en los videos como un ratero que exige y quita dinero a proveedores y además es mal agradecido con el que le entrega donativos millonarios, porque cree merecer más.
Alito secuestró al PRI y lo convirtió en un negocio particular, con la ayuda de sus amigos, mientras que la militancia se truena los dedos porque no saben qué hacer para que el partido salga del pantano en que se hunde.
En otro tema, el ambiente electoral en Tamaulipas se enrareció con las órdenes de aprehensión que, cual volantes de lucha libre, giró la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas, convertida en cuarto de guerra del PAN, contra alcaldes, diputados y personajes de Morena y el Partido Verde.
Son órdenes liberadas por razones políticas, con investigaciones guangas, con testigos a modo, ordenadas por el Ejecutivo Estatal que más que gobernador se cree dueño de Tamaulipas y cree que está por encima del gobierno federal. Cabeza perdió la cabeza.
Para su mala suerte, lo que decida la Fiscalía es combatible en los tribunales federales, como ha ocurrido en otros casos que se ganan en otras instancias. El miedo a convertirse en un ser normal, a dejar de decidir por los tamaulipecos, le nubla la razón y exhibe sus odios y rencores contra sus adversarios.
En medio de todo este clima de terror que busca inhibir el voto de los morenistas, se anuncia que el 1 de junio la Suprema Corte de Justicia de la Nación por fin resolverá el juicio de controversia constitucional para decidir si el gobernador de Tamaulipas tiene o no fuero.
Si decide que no tiene fuero, lo que suena congruente para que el pacto federal tenga sentido, la Fiscalía General de la República podrá ejecutar órdenes de aprehensión en contra de Cabeza de Vaca, de su hermano José Manuel, su esposa Mariana Gómez, además de su madre y suegro, quedando a salvo, por el momento, su otro hermano Ismael, quien tiene fuero en su calidad de senador. A todos se les cita en el expediente.
¿Será este desafuero la respuesta a la torpe embestida judicial que el Ejecutivo ordenó contra sus opositores? Puede ser. A fin de cuentas Tamaulipas, es un estado adscrito al pacto federal. No es un país, es una de las 32 entidades de la federación. Hay reglas. Que Cabeza de Vaca se confunda y crea que Tamaulipas es suyo, es un error. Su error.
Y hay que insistir que el gobierno federal quiere enjuiciar a Cabeza de Vaca, no a los tamaulipecos. Es al gobernador y a su familia a la que investiga la Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía General de la República.
El gobernador ha mentido una y otra vez, cuando dice que defiende a Tamaulipas. Se defiende él y sus intereses. Y está bien que lo haga. La ley le da ese derecho, pero que no quiera engañar con el pretexto de que defiende a los tamaulipecos.
Puede darse el caso de que la Suprema Corte decida que Cabeza de Vaca mantenga el fuero y que la Fiscalía tenga que esperar hasta el 30 de septiembre para enjuiciarlo. Para entonces ya no tendría acceso al presupuesto público y tendría que gastar dinero propio para defenderse.
Cabeza de Vaca ha gastado millones de pesos del erario para defenderse. Gastar dinero del erario no duele.
La decisión que tome la Corte el próximo 1 de junio, si es que lo hace, enrarece aún más el ambiente electoral de Tamaulipas.
En medio de todo esto, el diputado Félix Moyo García da pena ajena, comportándose como lacayo al servicio del gobernador Cabeza de Vaca.
En su afán de demeritar a la presidenta municipal Carmen Lilia Canturosas criticó el acuerdo del cabildo de Nuevo Laredo de otorgar un estímulo de dos mil pesos a 4 mil maestros que están al frente de las aulas y dice que esto es un ocurrencia.
Ocurrencia es, además de un engaño, la promesa de El Truko de otorgar liposucciones gratuitas si gana las elecciones.
Esa promesa es una mentira. Lo dice porque sabe que va a perder y en el supuesto de que ganara, no la va a cumplir. Pero ante esta ocurrencia, el Moyo calla.
El Moyo actúa como zombi. No le importa Nuevo Laredo ni la ciudadanía, sino atender lo que el gobernador le dice al oído.