Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
En el 2016, hubo dos neolaredenses participando en la elección para gobernador: –ya sé que uno nació en Mante, pero toda su vida la ha pasado en Nuevo Laredo- Jorge Valdez Vargas y Francisco Chavira, el primero arropado por las siglas del PRD y el segundo de forma independiente.
A los dos les fue mal en las urnas, re mal y ni siquiera vale la pena recordar los pocos votos que obtuvieron.
Para el 2022, el neolaredense Ramiro Ramos Salinas se dice muy entusiasmado en competir para la gubernatura, respaldado en las siglas del PRI. Y Chavira nuevamente quiere participar, para lo cual se acaba de reunir ni más ni menos que con Alberto Anaya, el dueño de la franquicia del Partido del Trabajo.
Tanto Ramiro como Chavira se enfrentan a un clima adverso. El PRI pasó de ser la primera fuerza electoral en Tamaulipas, a la tercera, pero demasiado lejos del primero y segundo lugar. En este momento las siglas no le ayudan y se han convertido en una pesada piedra que no deja andar a los candidatos.
Y de Chavira ni hablar: el PT es bueno para las alianzas y nada más.
Al margen de las pocas posibilidades que tendrían, la verdad que sería magnífico que compitieran y ganaran, por ser neolaredenses, porque eso los comprometería a ayudar a su pueblo, este pueblote donde nos tocó vivir. Tenemos más de 70 años sin un gobernador nacido en Nuevo Laredo.
Faltan pocos meses para que los partidos definan a sus candidatos rumbo al 2022, pero tanto Ramiro como Chavira deben ir armando sus cuadros, deben buscar financiadores, operadores en el territorio, tener una estrategia para lograr la candidatura. Suerte a los dos.
En otro tema, las recientes lluvias han ocasionado que el canal que cruza la colonia 150 Aniversario arrastre mucha basura y hasta un carro de venta de tacos quedó atrapado. Los vecinos piden la intervención de las autoridades municipales para limpiar el canal y facilitar la circulación del agua, porque de no hacerlo, y de seguir lloviendo fuerte, se corre el riesgo de que se desborde. Haría bien la dirección del Medio Ambiente y la de Protección Civil en revisar el canal y evitar daños mayores.
Por otra parte, la empresa Aptiv entregó apoyos por 301 mil pesos a 31 familias cuyas viviendas resultaron afectadas por la tromba que azotó Nuevo Laredo el pasado 17 de mayo.
A cada familia se le entregaron 400 blocks, 5 costales de cemento y 6 láminas para que las usen en la reparación de sus casas.
Por su parte el diputado local Félix Moyo García, dio a conocer una reforma al artículo 6 de la Ley del Ejercicio Profesional en Tamaulipas, mediante la cual se obliga a quienes terminen una carrera universitaria a plantar un árbol, con lo cual se les compromete con el cuidado al medio ambiente.
Después de la helada de febrero y la tromba de mayo, en Nuevo Laredo se perdieron miles de árboles que es necesario reponer, en un ejercicio en el que deben ir de la mano, autoridades y ciudadanos. Es por el bien de la ciudad y de los ciudadanos.