El alud de declaraciones en torno a la confrontación que se dio entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el diario estadounidense The New York Times, nos permite recordar que ningún medio de comunicación, por poderoso que sea, puede presentar información no confirmada con el fin de influir en la opinión pública.
CHOQUE ENTRE AMLO Y EL NYT
Por Armando Maya Castro
El alud de declaraciones en torno a la confrontación que se dio entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el diario estadounidense The New York Times, nos permite recordar que ningún medio de comunicación, por poderoso que sea, puede presentar información no confirmada con el fin de influir en la opinión pública.
Celebremos que vivimos en un mundo donde la libertad de expresión permite que los periodistas investiguen, escriban y publiquen sobre cualquier tema, pero también se debe celebrar que existe en México el derecho de réplica, lo que permite que los gobernantes e instituciones públicas se defiendan de los ataques planificados y sistemáticos de algunos medios de comunicación, a veces cargados de información desmentida y, por lo tanto, sin ningún sustento.
Hay periodistas que por su falta de ética son capaces de calumniar cuando conviene a los intereses de determinados grupos de poder, argumentando que en México hay libertad de expresión. Afirman que, al hacer su trabajo “comunicativo”, los mueve el afán de informar al público, aunque lo que hacen algunos de ellos es desinformar y crear contenidos que son utilizados ávidamente por las granjas de bots en redes sociales, pagadas con el fin de crear tendencias.
Ante este tipo de calumnias, existe la opción de echar mano al derecho de réplica, sin el cual estaríamos en un lamentable estado de indefensión frente a los medios que pueden decir impunemente lo que quieran y cuando quieran.
La práctica de publicar irresponsablemente información sin una investigación bien definida no es nueva. Lo nuevo son las innovaciones tecnológicas del presente siglo, lo que hace posible que las noticias verdaderas viajen rápido, y que las fake news vuelen.
Esta capacidad de difusión logra la propagación rápida de las falsas mentiras políticas, las cuales viajan seis veces más rápido que otro tipo de noticias, afectando a veces la trayectoria de algunos políticos.
Me refiero al trabajo de algunos informantes que, con poca seriedad y de manera obsesiva, usan tácticas propias del periodismo sensacionalista, el cual busca exacerbar sensaciones en vez de comunicar.
La pregunta es si en realidad lo logran. Y la respuesta es sí, aunque sólo de manera momentánea, porque la opinión de la gente cambia luego de que los políticos atacados sin razón en medios reaccionan rápidamente haciendo públicas las debidas aclaraciones.
Un ejemplo de ello es la baja temporal de la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando sus detractores lo atacaron por el supuesto mal manejo de la crisis ocasionada por el huracán Otis en Guerrero.
La respuesta positiva del gobierno de la República a la crisis logró rápidamente la recuperación de los números aprobatorios de AMLO, incluso en ese estado del país.
Es posible que ocurra algo similar luego de la exhibición pública de una carta de Natalie Kitroeff, corresponsal de The New York, la cual incluía el número telefónico de la periodista del diario norteamericano.
Los ataques por el hecho no se hicieron esperar por parte de periodistas, analistas y medios de información. YouTube bajó la conferencia mañanera del 22 de febrero, en donde el primer mandatario de la nación difundió el celular de Kitroeff. La acción del sitio web “gratuito” para compartir video fue calificada por el presidente de México como una actitud prepotente y autoritaria.
Veremos en qué termina esta polémica que surge extrañamente en tiempos electorales, en donde los intereses partidistas y las estrategias electorales de políticos, partidos y hasta medios de comunicación, tratan de influir en la decisión de los electores. Por lo pronto, este domingo decenas de mexicanos que radican en Estados Unidos protestaron frente a las instalaciones de The New York Times, expresándole públicamente su apoyo a AMLO.
X: @armayacastro