La situación que se vive en Turquía es bastante crítica. Los recientes sismos de más de 7,5 grados en la escala de Richter ocasionaron el derrumbe de 3,200 edificios y la muerte de 3,700 personas, esto según informaciones de diversos medios de comunicación. El epicentro del intenso terremoto ocurrió en la ciudad de Gaziantep, capital de la provincia del mismo nombre.
AYUDEMOS A TURQUÍA
Por Armando Maya Castro
La situación que se vive en Turquía es bastante crítica. Los recientes sismos de más de 7,5 grados en la escala de Richter ocasionaron el derrumbe de 3,200 edificios y la muerte de 3,700 personas, esto según informaciones de diversos medios de comunicación. El epicentro del intenso terremoto ocurrió en la ciudad de Gaziantep, capital de la provincia del mismo nombre.
El daño ocasionado por este desastre natural, el más fuerte y destructivo desde el sismo de Erzincan en 1939, se une a los problemas que de un tiempo a la fecha enfrenta Turquía, cuya mayor parte de su territorio se encuentra situado en Asia Occidental.
Me refiero específicamente a la multiplicación de los ataques en ese país otomano contra refugiados y emigrantes sirios, con asesinatos y campañas discriminatorias que piden la expulsión de los migrantes de Siria.
Debemos añadir a lo anterior la grave crisis económica y política que golpea con dureza a Turquía, donde algunos partidos políticos han llegado a manipular la cuestión de los refugiados para obtener beneficios de carácter político. Tal situación obligó al gobierno turco a adoptar una regulación nueva, que permite que los sirios accedan a permisos de trabajo.
Turquía fue en su momento el país que mayor número de refugiados recibió en su territorio: 2,2 millones, seguido de Líbano y de Jordania con 633,000 y 245,000 respectivamente. La actitud del gobierno de Turquía es loable, sobre todo cuando países como Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia se negaron a recibir refugiados de manera rotunda”.
Hasta 2016, Turquía acogía a más de 3 millones de refugiados y solicitantes de asilo del mundo, señala un texto de Amnistía Internacional, un movimiento que trabaja por el derecho a la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas de abusos graves, como los juicios injustos, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias, las ejecuciones extrajudiciales o la violencia de género”, así como en la defensa de las “personas migrantes, solicitantes de asilo, refugiadas, desplazadas y víctimas de trata”.
La actitud solidaria de Turquía con los refugiados hizo que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, elogiara a Turquía por su "determinación de brindar protección a todas las personas necesitadas", y añadió: "Turquía da ejemplo al mundo al mostrar cómo acoger a las personas necesitadas".
Hoy, que Turquía ha sufrido una de sus mayores tragedias, y que los servicios de salvamento buscan a los desaparecidos contra reloj, es importante que la comunidad internacional voltee hacia ese país y brinde el apoyo necesario para hacer frente a la actual emergencia. Sólo así se podrá ayudar a los miles de heridos y damnificados en la frontera entre Turquía y Siria.
Por lo pronto tenemos que aplaudir el anuncio del gobierno de México en el sentido de que la Secretaría de Relaciones Exteriores ha comenzado a “organizar la ayuda que se enviará a Turquía y a Siria tras el sismo…”. Esto habla bien de México, un país que en 1985 fue sacudido por un terremoto que afectó a los estados de Michoacán, Jalisco, Guerrero y la Ciudad de México. La mencionada tragedia fue una de las peores de la historia de nuestro país, superada por la admirable solidaridad del pueblo mexicano.
Ojalá que los demás países del mundo muestren también su solidaridad para ayudar a que nuestros hermanos de Turquía superen lo más pronto posible los problemas ocasionados por el siniestro. Digna de elogio es la actitud de las autoridades de Reino Unido, Holanda, India, Países Bajos, Polonia, Libia, Grecia y Rumania, que enviaron perros para labores de rescate, así como especialistas y médicos a las provincias afectadas.
Al margen de las acciones solidarias de la comunidad internacional, los seres humanos de todos los países del mundo debemos elevar a Dios nuestros ruegos para que Turquía logre superar con éxito y lo más pronto posible todos y cada uno de los problemas derivados del reciente sismo. En estos momentos de emergencia, toda ayuda de carácter moral, espiritual y económica puede ser de gran ayuda para Turquía y Siria.
Twitter: @armayacastro