Durante el proceso interno del PRI de 1998, para seleccionar al candidato a gobernador, Antonio Sánchez Gochicoa sugirió a los agentes aduanales y transportistas de Nuevo Laredo, explorar otras áreas de inversión, pues aseguró que la tendencia mundial era la desaparición de las fronteras comerciales y que era probable que la aduana desapareciera.
Visión a futuro
-Opositores quieren debate
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Raúl Hernández Moreno
Durante el proceso interno del PRI de 1998, para seleccionar al candidato a gobernador, Antonio Sánchez Gochicoa sugirió a los agentes aduanales y transportistas de Nuevo Laredo, explorar otras áreas de inversión, pues aseguró que la tendencia mundial era la desaparición de las fronteras comerciales y que era probable que la aduana desapareciera.
Gochicoa se equivocó. No desparecieron las fronteras comerciales y el comercio exterior sigue siendo la principal vocación productiva de Nuevo Laredo y por eso no es casualidad que el Presidente Andrés Manuel López Obrador tenga en su agenda la mudanza de la Agencia Nacional de Aduanas a esta frontera.
Esto nos recuerda que en el trienio de Heberto Villarreal, de 1987 a 1989, se decidió que la avenida Guerrero dejara de tener doble circulación y los directivos de la Cámara de Comercio se opusieron, alertaron que las ventas se caerían y el tiempo corroboró que el cambio era necesario. Eso sí, acabó con las “guerrerreadas” que cada fin de semana atraían a cientos de jóvenes.
En el trienio de Daniel Peña Treviño, de 2004 a 2006, en campaña, se reunió con comerciantes del centro histórico que le hicieron una serie de peticiones y él les sugirió explorar otras áreas de inversión pues les vaticinó que la venta de artesanía tendía a desaparecer.
Daniel si resultó brujo y de la época en que hasta millonarios texanos venían a Nuevo Laredo a comprar arte y artesanías mexicanas en el centro histórico, nomás los recuerdos quedan. En esas tiendas era posible comprar una pintura de Rufino Tamayo o mandar a construir un altar para el Papa Juan Pablo II. Todo eso se acabó.
Hay políticos que tienen visión a futuro, otros no.
En otro tema, cómo andará de desesperada Imelda Sanmiguel que está pidiendo a gritos que el INB organice un debate entre los candidatos a senadores.
En el 2021, cuando el PAN era gobierno y tenía el control del presupuesto, ni por asomo se le hubiera ocurrido plantear un debate. Hoy los tiempos han cambiado, se siente derrotada, vencida, vapuleada, aniquilada.
El INE va a sugerir el debate, pero no lo habrá, al menos que quieran hacerlo Imelda y Manuel Muñoz Cano.
Ramón Gómez Leal ya está ganado, no tiene porque exponerse a ataques
Verduleros de candidatos que no andan haciendo campaña y creen poder crecer a sus costillas. Además la ley no lo obliga a asistir a un debate, es una decisión voluntaria.
Morena va a ganar la próxima elección en un universo de votantes muy reducido, de unos 500 mil, pero si el voto de Morena será bajo, peor va estar el del PAN y el del Verde.