El PAN y Morena están enfrascados en una batalla por ver quién se queda con la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), actualmente en manos de la bancada azul y comprada con muchos fajos de billetes.
La batalla por el Congreso
-PAN preside la JUCOPO por derecho
-Y Morena la controla de facto
-Liderazgo de papel, el de El Moyo.
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Raúl Hernández Moreno
El PAN y Morena están enfrascados en una batalla por ver quién se queda con la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), actualmente en manos de la bancada azul y comprada con muchos fajos de billetes.
Cuando Morena ganó en el 2021. 16 de los 22 distritos, automáticamente se hizo acreedor a la Junta de Coordinación Política, por el ser el partido más votado. Eso establecía la ley.
Pero al perverso de Francisco García Cabeza de Vaca se le ocurrió reformar la Ley Interna del Congreso para establecer que el liderazgo debía ser para el partido que los diputados decidierán, aunque no hubiesen tenido mayoría en las urnas.
Con ese fin, antes de reformar la ley, se realizaron negociaciones para comprar voluntades y se ofreció jugosas cantidades de dinero –se habló en ese momento de dos millones de pesos por cabeza- a quien aceptara venderse.
Así, el 30 de septiembre de 2021, un día antes del inicio de sesiones, las diputadas Lidia Martínez y Leticia Sánchez, renunciaron a Morena y se declararon “orgullosamente panistas”. También se sumaron los dos diputados del PRI, Edgar Melhem y Alejandra Cárdenas y en marzo del 2022, lo hizo Nancy Ruiz.
Con la mayoría, el PAN modificó la ley y en marzo de 2022 le arrebató la JUCOPO a Morena, en manos del diputado Armando Zertuche Zuani a quien sus compañeros de bancada lo acusaron de tibio y timorato.
Panistas, priistas y morenistas encubiertos al servicio de los azules estaban convencidos de que el PAN no solo ganaría la gubernatura, sino que además Francisco García Cabeza de Vaca sería candidato presidencial y ganaría la elección en el 2024. Había que estar bien con quien generosamente compartía los recursos públicos y que además tenía posibilidades de sustituir a Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la república.
Para su mala suerte, el PAN se desplomó, perdió la gubernatura, Cabeza se convirtió en prófugo de la justicia y desde hace tres meses el Presidente de la JUCOPO, el neolaredense Félix García Aguiar se convirtió en un líder de papel que pierde todas las votaciones importantes.
El PAN perdió en la votación para crear la Guardia Estatal, en los matrimonios igualitarios, la Ley de Aguas, para tumbar la Súper Fiscalía, para integrar la Comisión Permanente.
A estas alturas pareciera que Morena peca de soberbio al querer presidir la JUCOPO. ¿Para qué la quiere, si sin tenerla, gana todas las votaciones?
Pero además, al concederle el favor al Moyo de que conserve la JUCOPO, envían a la sociedad el mensaje de que el Congreso es autónomo, que ya no lo maneja el Ejecutivo, como ocurría en tiempos de Cabeza de Vaca.
Hoy Morena controla el presupuesto estatal y el de los municipios más ricos. Es una bolsa de más de 84 mil millones de pesos. Si en el pasado el PAN compró voluntades, hoy Morena puede hacer lo mismo, pero insistimos ¿Valdrá la pena, cuando El Moyo ya no controla nada?
En diciembre, ni los diputados del PAN ni los del PRI, asistieron a la sesión en la que se tumbó a la Súper Fiscalía. Rehuyeron el debate, tuvieron miedo de ser exhibidos como ineptos, además de que sabiéndose minoría, no quisieron exponerse al mayoriteo, como ellos lo hacían antes y cada vez que aprobaban leyes anticonstitucionales el Moyo les aconsejaba: Si están inconformes, que acudan a los tribunales.
En fin, en las próximas semanas veremos si Morena recupera el Congreso o la conserva el PÄN. Para desconocer a El Moyo, se necesitan 24 votos, Morena tiene entre 19 y 20 votos seguros.