PANORAMA ECONÓMICO EN 2023
Armando Maya Castro
Los mexicanos comenzamos el 2022 confiados en que económicamente las cosas pueden ser mejores que en 2022, esto a pesar de que algunos indicadores presentan el 2023 como un año con importantes retos para la economía en general.
La ciudadanía se muestra optimista al pensar que nuestra economía mejorará en el año que empieza. Así lo indica la reciente encuesta EF de El Financiero, de acuerdo con la cual el 49 por ciento de los mexicanos prevé un avance económico en el presente año..
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que para 2023 la economía de México se desacelere a un 1.6% de crecimiento anual, esto ante el temor de una posible recesión en los Estados Unidos, lo que demuestra que financieramente existe una alta dependencia del exterior.
No olvidemos las estimaciones de los grupos financieros que hace unos meses anunciaban que la economía estadounidense, la más grande del planeta, entraría en una recesión que se extendería a los primeros meses del 2023. Sin embargo, medios especializados en economía indican que el vecino país del norte ha dejado atrás las caídas que la pusieron en una recesión técnica, y volvió a crecer en el tercer trimestre.
Debe añadirse a esto el impacto del conflicto Rusia-Ucrania debido a las alteraciones de éste en el comercio, y a que la guerra ha ocasionado un alza en los precios de alimentos y energía en varios países, así como la amenaza de una nueva embestida de Covid-19, sobre todo ahora que China vive una nueva emergencia sanitaria por la gran cantidad de contagios y la insuficiencia de camas en los hospitales chinos para atender a contagiados por el virus.
Pero volviendo al caso de México, es obligado señalar que las cosas no están tan mal como señala la oposición. Y lo digo porque recientemente la revista inglesa The Economist publicó un conteo que ubica a la economía mexicana como la sexta mejor entre 34 de los 38 países que conforman la OCDE.
Pero más allá de las encuestas, indicadores y pronósticos en materia económica, los mexicanos debemos hacer este año lo que mejor sabemos: trabajar para mejorar nuestros ingresos, sobre todo ahora que el presidente de México pronosticó en
Palacio Nacional un crecimiento a una tasa anual de cuando menos el 3 por ciento en lo que queda del actual sexenio.
Lo primero es fijar metas realistas y realizables de cara al Año Nuevo. Pero no todo debe de quedar en planes y objetivos, sino en poner manos a la obra para concretar, mediante acciones y persistencia, lo planteado. No olvidemos que son las acciones y no las teorías las que generan resultados satisfactorios.
Debemos tener en claro a la hora de las realizaciones que ninguna meta está fuera de nuestro alcance. Todo es posible con visión, creatividad y perseverancia, aun las metas ambiciosas que en determinado momento pueden parecer irrealizables.
Lo que no podemos ni debemos hacer es darnos el lujo de ceder, mucho menos de fracasar al buscar concretar nuestras metas. Siempre hay que ir detrás del resultado que buscamos, procurando conquistar logros en el menor tiempo posible.
Si fracasamos al buscar concretarlas, pagaremos posteriormente un precio muy alto. Dicho de otra manera, si desistimos no lograremos aumentar la productividad personal y profesional.
Lo que se debe hacer es el esfuerzo de pasar del sueño a la meta y de ésta al plan hasta convertirlo en realidad, procurando ver lo bueno de cada situación, sobre todo cuando el panorama se torna nebuloso.
Por último, me permito recordar y compartir con mis lectores una interesante frase de autor anónimo: “Los problemas son como las piedras, puedes utilizarlas como anclas para hundirte en el mar, o como escalones para subir y ser mejor”.
Twitter: @armayacastro