En el Día Internacional del Cambio Climático, Ricardo Anaya se lanzó de nuevo contra dos obras importantes que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador. Asegura que éstas han provocado un verdadero “desastre ambiental”, al tiempo de calificar como “equivocadas” las decisiones “que este gobierno ha tomado en materia medioambiental”.
MEDIO AMBIENTE, MÁS ALLÁ DE LA POLITIZACIÓN
Por Armando Maya Castro
En el Día Internacional del Cambio Climático, Ricardo Anaya se lanzó de nuevo contra dos obras importantes que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador. Asegura que éstas han provocado un verdadero “desastre ambiental”, al tiempo de calificar como “equivocadas” las decisiones “que este gobierno ha tomado en materia medioambiental”.
Observe usted lo que publicó este 24 de octubre el político de Acción Nacional en su cuenta de Twitter: “Hoy es el día mundial contra el cambio climático; en México no hay nada que festejar. Dos Bocas es un monumento a la destrucción ambiental y un error garrafal: se inunda y jamás será rentable. Hay que invertir en energías limpias. Tenemos un solo planeta. Cuidarlo es urgente”.
El ex candidato presidencial y ex legislador del PAN sabe muy bien que, de un tiempo a la fecha, el medio ambiente es un tema que preocupa a todos los seres humanos y, por supuesto, también a los mexicanos. Por eso se refiere al tema, aunque no creo que la de Anaya sea una preocupación ambiental auténtica, sino más bien el afán de politizar y ganar simpatías, como sucede con muchas otras declaraciones de quienes tienen intereses personales y de partido.
Por tal motivo, algunos usuarios de Twitter respondieron al político que actualmente está prófugo de la justicia, señalando que algo similar ocurrió también en los sexenios anteriores, en que los gobiernos del PRI y PAN llevaron a cabo megaobras: proyectos turísticos, mineros residenciales, petroquímicos, que perjudicaron de manera importante el medio ambiente.
Desde luego que lo que hayan hecho estos partidos en el pasado no justifica el desdén por el medio ambiente, ni siquiera el interés de generar riqueza, un aspecto donde casi siempre hace acto de presencia la corrupción de políticos que sólo piensan en la satisfacción de sus intereses económicos y de poder.
Anaya no es el único que se ha referido al tema. Respecto al Tren Maya, las propias autoridades de México han reconocido también que habrá afectaciones provocadas por el tramo 5, aunque han llegado a la conclusión de que el impacto final del proyecto presidencial tendrá una “magnitud limitada”.
Entre los opositores a esta obra de infraestructura, una de las más importantes del actual gobierno federal, figuran artistas, actores y activistas ambientales. Entiendo que estos últimos actúan movidos no por intereses políticos, sino de acuerdo con los preceptos ambientales, “procurando mantener la armonía de sus tareas con las funciones del medio natural”.
No está por demás recordar a los once activistas de la organización internacional Greenpeace que en 2021 protestaron de manera pacífica contra esta obra, encadenándose de manera simbólica a las retroexcavadoras que se utilizan para construir el tramo ya mencionado, a la altura de Playa del Carmen. Evidentemente, las acciones de Greenpeace México no tenían nada que ver con afanes político-electorales, sino con su interés de proteger la selva en beneficio de las personas, las plantas y los animales.
Lo que se debe hacer es pensar más y mejor en la creación de proyectos ecológicos que contribuyan a solucionar los diversos problemas medioambientales, entre ellos la contaminación de ríos, lagos y mares, todo en perjuicio de la vida acuática. Debe trabajarse también en acciones ecológicas que pongan fin a la perjudicial deforestación que se lleva a cabo en bosques y selvas, y cuya consecuencia principal es el calentamiento global.
Twitter: @armayacastro