Cuando era dirigente nacional del PRD, a finales de la década de los noventa, del siglo 20, Andrés Manuel López Obrador visitó Nuevo Laredo y sus anfitriones fueron Víctor Martell Cisneros y Raúl Cantú López.
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Raúl Hernández Moreno
Cuando era dirigente nacional del PRD, a finales de la década de los noventa, del siglo 20, Andrés Manuel López Obrador visitó Nuevo Laredo y sus anfitriones fueron Víctor Martell Cisneros y Raúl Cantú López.
AMLO dio una conferencia de prensa en el restaurante del desaparecido motel Del Río. Contados eran los reporteros presentes, cinco o seis. Eran los tiempos en que predominaba la prensa escrita y eran escasos los noticieros de radio y no se diga de la televisión.
El señor López, como años más tarde lo identificaría Rubén Aguilar, era muy diferente al actual, lo que es natural pues una cosa es ser candidato y otra, gobernante.
AMLO regreso a Nuevo Laredo en el 2006, 2012 y 2018, las tres ya como candidato presidencial. En las dos primeras, tuvo eventos que reunieron entre 800 a mil simpatizantes, con un calor de los mil diablos.
La visita del 2018 fue más concurrida, entre 3 y 4 mil gentes, lo que le causó sorpresa al propio candidato y mencionó que nunca había tenido tanto público. Y eso pese a que las autoridades ordenaron al transporte público no colaborar para trasladar gente al evento, en la explanada de la Independencia. Si se hubiera dado esa facilidad, habrían asistido varios cientos más de más gente.
En el 2020, ya como Presidente, AMLO regreso a Nuevo Laredo y se encontró con un clima hostil, provocado por el gobernador y el alcalde en turno.
Eso será diferente en la visita del próximo sábado, lo que no impide que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca de instrucciones a sus sabuesos para que estén pendientes de qué personajes ligados al PAN aparecen apoyando al Presidente y a Morena.
Cabeza de Vaca anda muy sensible, sabe que su tiempo se agota y no acepta que quienes estuvieron en el PAN durante los últimos cinco años, ahora emigren a Morena. Quiere saber quiénes andan por esos rumbos y qué puede hacer para amedrentarlos y obligarlos a que apoyen a su partido. A su oficina le llegan reportes con los nombres de los que han cambiado de partido, que hasta ahora son bastantes, y más habrá cuando arranque la campaña constitucional, el 3 de abril.
En otro tema, dice el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, el morenista Armando Zertuche Zuani, que con la reformas al funcionamiento interno del Congreso, se busca mejorar las tirantes relaciones con el Ejecutivo, con el gobernador, pues.
Pero al gobernador no le interesa tener relaciones cordiales con los morenistas, salvo que estos estén dispuestos a limpiarle los zapatos. En cambio se muere porque el Presidente López Obrador le permita tomarse una foto a su lado. Muere por ello y de paso hablarle al oído al Presidente y suplicarle que no lo acose y de ser posible que lo invite a integrarse a su gabinete, no importa qué puesto sea, por más modesto que sea. Lo importante es que la 4T ya no lo persiga, porque eso de tener las cuentas congeladas y que la familia viva de sobresalto en sobresalto, con el temor de que el brazo de la justicia los alcance, nomás no tiene nada de gracia.
La oportunidad de la foto la va a buscar el próximo sábado, no importa que tenga que compartir espacios con morenistas que sí quieren en serio a AMLO y lo de la foto es relativo. Eso sí que otros panistas no busquen la foto con AMLO, porque eso es traición, lo suyo es...conveniencia.