Luego de que el Congreso aprobó diferir el emplacamiento para el 2024, el gobierno del estado ha desatado una campaña en contra de Morena –que fue quien hecho abajo esa medida- con el argumento de que las nuevas placas no tienen un objetivo recaudatorio, sino que es una medida de seguridad para combatir la delincuencia.
Emplacamiento, medida recaudatoria
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Raúl Hernández Moreno
Luego de que el Congreso aprobó diferir el emplacamiento para el 2024, el gobierno del estado ha desatado una campaña en contra de Morena –que fue quien hecho abajo esa medida- con el argumento de que las nuevas placas no tienen un objetivo recaudatorio, sino que es una medida de seguridad para combatir la delincuencia.
Ese es un argumento tramposo y falso. Todo mundo sabe, excepto las autoridades, que en Tamaulipas circulan varios cientos de miles de vehículos sin placas y un alto porcentaje de los que sí traen, son sobrepuestas.
Las unidades que ya tienen placas legales, son fáciles de rastrear si se involucran en un accidente o cualquier otro incidente.
Los problemas de identificación no lo generan los vehículos legalizados, sino los otros. Aquí en Nuevo Laredo basta pararse en cualquier avenida de alta circulación para comprobar que más de 40 por ciento de los vehículos no traen placas y nadie los molesta. Contra ellos hay que ir. Hay que exigirles que porten placas y que tengan vigencia mientras los números y letras sean visibles, no cambiarlas cada 3 o 6 años.
El ejecutivo estatal no respeta la autonomía de los poderes; no le cae el veinte que al dominar Morena el Legislativo, hay una independencia con respecto al ejecutivo.
Ahora que si con las placas se va a combatir a la delincuencia organizada, ¡pues que se regalen!
Por pronto, la presidenta municipal Carmen Lilia Canturosas aplaudió la cancelación de las nuevas placas, porque beneficia la economía de las familias, ya que tener auto no es un lujo, sino una necesidad.
En otro tema, primero fue el PRD y ahora el PRI. Ambos modificaron sus documentos internos y el primero dejo se declaró a favor de la equidad de género y en contra de la violencia y el segundo dijo adiós al neoliberalismo para proclamarse de centro izquierda.
Este cambio de ideologías tiene por objeto justificar sus recientes alianzas con el PÄN, que son algo así como mezclar agua y aceite y por eso no han tenido éxito. Y como además, la base clientelar de los tres se ha ido adelgazando en los últimos procesos electorales, por lo que mejor sería evaluar si vale la pena una alianza definitiva, en la que los tres partidos se conviertan en uno solo.
La alianza PRI-PAN-PRD no logró frenar el avance de Morena en el 2021, no se ve que lo vaya hacer en el 2022 y menos en el 2024, porque insisten en aliarse los políticos, pero desprecian a los ciudadanos. Y la base clientelar de los tres partidos no les alcanza para ganar.
Hay Morena para rato y lo hay por la incapacidad de los opositores para conseguir el apoyo de la ciudadanía.
Un nuevo partido, que agrupe a los tres, y abrirse a la ciudadanía, sería un buen comienzo para enfrentar a Morena y sus aliados, no en el 2024, sino en el 2030, cuando Andrés Manuel López Obrador llevará seis años fuera del gobierno y eso podría ayudar a los opositores.
En otro tema, el cabildo aprobó hacer gestiones para que la autopista del 26 a La Gloria sea gratuita y exigirle al gobierno del estado que entregue un informe sobre los recursos con que cuenta el Fidecomiso del Puente III, que es de Nuevo Laredo. Y de nadie más.