Vaya puntada que se aventó el regidor Jorge Valdez Vargas de construir el “Museo de la Corrupción”, galería que tendría mucho que exhibir gracias a los lastres que dejó la pasada administración panista y que se han ido destapando poco a poco, dijo, aunque pensándolo bien, no sería una puntada, porque creo que este recinto sería más visitado que los otros dos con los que cuenta Nuevo Laredo y que, por cierto, se me hacen pocos museos para una ciudad tan importante.
ARENA POLÍTICA
EL MUSEO DE JORGE VALDEZ
Por Rubén Arenas Galán
Vaya puntada que se aventó el regidor Jorge Valdez Vargas de construir el “Museo de la Corrupción”, galería que tendría mucho que exhibir gracias a los lastres que dejó la pasada administración panista y que se han ido destapando poco a poco, dijo, aunque pensándolo bien, no sería una puntada, porque creo que este recinto sería más visitado que los otros dos con los que cuenta Nuevo Laredo y que, por cierto, se me hacen pocos museos para una ciudad tan importante.
En la pasada junta de cabildo, el edil morenista exhibió algunos documentos que salieron a la luz luego de la comparecencia del contralor municipal ante integrantes de la Comisión de la Verdad y Anticorrupción la cual preside; uno de esos documentos da cuenta de una cantidad aproximada a los 2 millones de pesos, que recibió un personaje neolaredense y quien a través de su empresa realizó un estudio ambiental, el cual según el regidor no debería ni costar los 500 mil pesos.
Valdez Vargas, informó que este viernes compareció la secretaria de Bienestar Social ante la Comisión de la Verdad, y luego, lo irán haciendo sucesivamente los titulares de las diversas dependencias, con el objetivo de dar cuenta de cómo encontraron sus departamentos, por lo que, sin duda alguna, dijo el regidor, se encontrarán más anomalías; suficientes para montar una exposición.
Repito, no sería una puntada esto del “Museo de la Corrupción” porque, por ejemplo, en la ciudad de Guadalajara está teniendo mucho éxito una exposición itinerante donde se muestran las máquinas de terror que utilizó la llamada “Santa Inquisición”, para castigar a quienes no estuvieran de acuerdo con su fe.
¿se imaginan? Visitar una Sala donde se exhiba a qué lugar fue a parar el dinero de los contribuyentes o en bolsas de quien.
La lana para comprar asfalto y tapar tanto bache que hay por su calle o por las vías que transita para llegar a su hogar, quien se la quedó, o los cientos de millones de pesos que se tuvieron que haber invertido en una obra de cabecera, pero que en 5 años no se construyó, a ¿Dónde fueron a parar?
Hablando de dinero despilfarrado, en días pasados se retiraron de la calle Héroe de Nacataz cuadra 26, las “mega macetas” o los desechos que quedaron de ellas, las cuales nos comentan, costaron casi los 10 mil pesotes según, porque la madera era importada y no sé qué tantas propiedades minerales tenían; para propiedades, las que se compró quien hizo ese negociazo, por cierto, los maceteros de ese tipo que se pusieron en Reservas Territoriales, tienen meses que desaparecieron.
Regresando a lo del Museo de Jorge Valdez, será interesante ver las obras de esos artistas, tal vez descubramos alguno que no sabíamos que tenía ese talento con sus manos, esa magia para cambiarle la vida a ciertas personas, de transportarlas de un lugar a otro como lo hace el ilusionista David Copperfield; de Los Fresnos a la Madero, a la Longoria, o a las zonas habitacionales más exclusivas de la vecina ciudad.
Ahora, hasta ahorita todo ha quedado en amagues y amenazas, algo parecido a lo que está haciendo el gobierno federal, la ciudadanía espera que se presenten las denuncias ante la autoridad correspondiente y se detenga a quien o quienes hicieron el desfalco al erario público, no vayan a salir al rato que quieren hacer una consulta popular para preguntarle a los neolaredenses si están de acuerdo en enjuiciar a los ex alcaldes, no lo hagan por favor. Si lo hacen no duden que les lloverán las mentadas de progenitora.
EPÍLOGO:
Ya se abrió el paso a viajes no esenciales en los puentes internacionales, ¡¡vámonos a Estados Unidos!! “Con qué ojos mi divino tuerto”, diría el tío Hipólito… Hasta la próxima