Es cierto. Es en México donde se decidirá si hay alianza entre el PAN y el PRI, pero eso no significa que si se autoriza los priistas tamaulipecos que no están de acuerdo, estén obligados a tirarse a morir, para que gane el candidato del PAN. No hay forma de obligarlos, no hay premios para ofrecerles.
A fuerzas ni los zapatos entran
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
Es cierto. Es en México donde se decidirá si hay alianza entre el PAN y el PRI, pero eso no significa que si se autoriza los priistas tamaulipecos que no están de acuerdo, estén obligados a tirarse a morir, para que gane el candidato del PAN. No hay forma de obligarlos, no hay premios para ofrecerles.
Decidida la alianza, no podrán oponerse –los priistas no tienen vocación de protesta- pero tampoco habrá fuerza que los obligue a operar. Lo mejor que le podría pasar al PAN, es que en su momento los priistas inconformes no participen en la campaña, ni para bien ni para mal.
Mal hizo el dirigente estatal del PAN, Luis Enrique Cantú, en festinar una alianza que aún no se da, y más mal hace al incluir al PRD, un muerto viviente que no aporta nada y que en la reciente elección obtuvo 15,843 votos, insuficientes para tener acceso a las prerrogativas estatales. ¿Con ese aliado esperan ganarle a Morena? Con que poca agua se ahogan.
Morena no solo encabeza las encuestas en Tamaulipas, sino que más del 70 por ciento de los ciudadanos tiene la percepción de que va a ganar la próxima elección. Es decir, un alto porcentaje de panistas y priistas van a votar por sus partidos, pero creen que de todos modos Morena va a ganar.
Es una vergüenza que el gobernador Francisco García utilice a El Cachorro como su interlocutor con el PRI, cuando hace menos de 10 meses este tipo despreciaba al PRI y al PRD, decía que el PAN no los necesitaba y que iba a arrasar en las urnas.
Si el gobernador quiere la alianza con el PRI, lo primero que debe hacer es deshacerse de El Cachorro, que no le sirvió ni le sirve. Grave sería volver a despreciar a los priistas tamaulipecos y apostarle a que Alejandro Morena ordene la alianza desde la Ciudad de México. Una alianza así no sirve.
En otro tema, el consejo general del Instituto Nacional Electoral autorizó solicitar al Congreso, para el próximo año, un presupuesto de 5,821 millones de pesos para los partidos. Y como sucede desde hace muchos años, se debatió la necesidad de reducir el financiamiento público, con voces a favor y en contra, entre estas las de los que creen que si se reduce, habrá en las campañas dinero de origen ilegal, como si no lo hubiera ya.
En la misma sesión, los representes del PAN y PRD arremetieron contra Morena por incumplir el compromiso de donar 800 millones de pesos de sus prerrogativas para destinarlo a la compra de vacunas contra el Covid-19.
Hasta ahora Morena solo cedió 100 millones y en lo que resta del año va a recibir 545 millones de pesos, por lo que en el supuesto de que quiera cumplir su compromiso, no le alcanza.
Además, el dinero se regresa a la Tesorería de la Federación que lo gasta a su criterio. Es decir, esos 100 millones de pesos no se han aplicado para enfrentar al Covid. Todo es demagogia, una mentira chapucera.
Por otra parte, el secretario general de la sección 30 del SNTE, Rigoberto Guevara, informó que la pandemia sanitaria ha cobrado 320 víctimas entre el magisterio, por lo que demandan que si hay regreso a clases presenciales se garantice la integridad de los mentores.
Entre las víctimas hay maestros activos y jubilados y eso habla de la gravedad del Covid. En realidad eso de regresar a clases presenciales es un alto riesgo para alumnos y maestros. No hay medidas de protección.