Además de mentiroso, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” es cínico, pues dice que su partido ganó las recientes elecciones y logró frenar a Morena, arrebatándole la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
El PRI “triunfador” de Alito
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Raúl Hernández Moreno
Además de mentiroso, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” es cínico, pues dice que su partido ganó las recientes elecciones y logró frenar a Morena, arrebatándole la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
¿Se puede calificar de victoria el que el PRI haya perdido 8 gubernaturas, 250 presidencias municipales, 18 congresos y haya ganado 11 de las 300 diputaciones federales? Solo un tonto lo cree.
Antes de las elecciones del 6 de junio, el PRI gobernada en 12 estados y ahora se quedó con 4.
Y eso de que le arrebataron a Morena la mayoría calificada es un cuento chino. En el 2018 Morena y sus aliados obtuvieron 292 diputados federales y con el tiempo crecieron a 333, como resultado de que legisladores del Verde, PRD, PAN, PRI y MC renunciaron a sus partidos para sumarse al partido en el gobierno.
En el fondo a Alito no le importa el desastre priista, pues logró su objetivo de ser diputado de minoría. El gano, que se jodan los demás.
Aquí en Tamaulipas el ex niño pródigo, Alejandro Guevara dice que para el 2022 el PRI tiene que aliarse con el PAN para impedir que Morena gane la gubernartura. Ya vimos que este año esa alianza no sirvió y perdieron todos los estados en los que iban juntos el PRI-PAN-PRD. Morena ganó en 11, el Verde en San Luis, el MC en Nuevo León y el PAN ganó en Querétaro y Chihuahua. En el primero el PAN jugo solo y en el segundo hizo alianza con el PRD.
En este 2021, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca despreció al PRI y en vez de alentar una coalición con el PAN le arrebató algunos cuadros, convencido de que funcionaría en las urnas, pero fue una estrategia fallida.
Se llevó cuadros del PRI de Nuevo Laredo, Matamoros, Victoria, Madero y en Río Bravo le apostó a un ex presidiario, y salvo Oscar Almaraz en Victoria, todos fracasaron.
A los ciudadanos no les gustó la alianza de facto PRIAN.
Para el 2022, el PRI de Tamaulipas tiene muy poco que ofrecer al PAN, pues no ganó ninguna diputación federal ni local y en el caso de los municipios obtuvo victorias en Abasolo, Guerrero, Jaumave y Jiménez, que en conjunto tienen una población de 35,994 habitantes, equivalentes al .010 por ciento de la población de Tamaulipas y los cuatro manejan un presupuesto de 231 millones 787 mil 413 pesos, equivalentes al .016 por ciento de los egresos totales de los 43 municipios.
El PRI tiene muy poco que ofrecer al PAN, con el agregado de que en este 2021 vimos un PRI dividido, unos apoyaron a los azules, otros a los guindas y unos más se mantuvieron neutrales.
No es casualidad que de 39 mil votos que el PRI obtuvo en el 2018 aquí en Nuevo Laredo, ahora haya bajado a 10 mil. Ya no existe el voto corporativo. Aquí mismo en Nuevo Laredo el líder estatal de la CTM, Edmundo García Román, llamó a los obreros a votar por el partido que quisieran, menos Morena. Hasta en eso se equivoco, mejor le hubiera ido autorizando libertad de voto.
Para el 2022, que está a la vuelta de la esquina, Morena llega como favorito para ganar la gubernatura, al controlar 10 municipios donde viven 3 de cada 4 tamaulipecos y controlara 3 de cada 4 pesos del presupuesto que ejercen los ayuntamientos. El PAN no va poder meterle mano a los presupuestos de esos 10 municipios.
Además, Morena controlara el Congreso y va a hacer todo para ser un freno del Ejecutivo. Habrá una revisión de las cuentas públicas de los ayuntamientos y la decisión que se tome será de pronóstico reservado. Es innecesario pedirl moderación a Morena, cuando el PAN se la ha pasado golpeándolos.
Carrada la llave de los recursos públicos, muchos operadores se van alejar del PAN y se van a inclinar por Morena. También habrá operadores del PRI, del PRD, del MC sumándose a los guindas. A los mexicanos les gusta estar con el ganador.