El próximo 1 de agosto, México y el mundo serán testigos del linchamiento público para pedir que se enjuicie a los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Linchamiento público
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Raúl Hernández Moreno
El próximo 1 de agosto, México y el mundo serán testigos del linchamiento público para pedir que se enjuicie a los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Ese día, el INE realizará una consulta pública para preguntarle a la ciudadanía si quiere o no que se lleve a juicio judicial a los ex presidentes.
Es una tramposa consulta organizada y promovida por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y secundada por Morena. Es tramposa, porque es obvio que el ciudadano de a pie quiere que se enjuicie no solo a los ex presidentes, sino a la clase política en general.
El poder judicial no está para satisfacer instintos bestiales. Si un ex presidente cometió delitos, que se le enjuicie y se le castigue, pero no puede dejarse al arbitrio de los ciudadanos una decisión de este tipo.
La consulta popular se realizará el 1 de agosto, en un horario de 8.00 a 18.00 horas, para lo cual el INE instalará centros de recepción de participaciones en todo el país y en Nuevo Laredo se calcula la apertura de 250 casillas.
Morena pretende una participación de 37 millones de ciudadanos en todo el país.
Nuevo Laredo no escapa a la tentación de castigar a los ex y un grupo de jóvenes morenistas, entre ellos, Iván Arriaga, promueven la participación ciudadana en esta encuesta y aspiran a que 100 mil neolaredenses acudan a las mesas de participación. Han puesto la canasta muy alta.
Una vez que los participantes avalen el enjuiciamiento, habrá que ver cuál es la suerte de los ex presidentes, si se les encarcela o se les pide una disculpa por no comprobárseles nada.
En el sexenio de Vicente Fox se enjuició al ex presidente Luis Echeverría –con quien inició la tragedia de México- por el tema de la guerrilla, la guerra sucia y los desaparecidos y al final terminó exonerado, a pesar de que fue una matanza ordenada desde el Estado.
La consulta permitirá al Presidente Andrés Manuel López Obrador mantenerse activo en el ánimo de la ciudadanía, como lo ha estado en los dos años y medio de su mandato.
El próximo año, en marzo, vendrá la consulta para la revocación de mandato, en la que la mayoría va a opinar que el Presidente debe permanecer en el cargo.
Esto de la revocación de mandato es una soberana tontería, es un distractor, una simulación. El presidente se cree tan perfecto, tan infalible, que jamás va a admitir sus equivocaciones. En su momento, el juicio de la historia será implacable, como lo ha sido con todos los ex. Nadie se salva, ni el general Lázaro Cárdenas, ni Adolfo Ruiz Cortines. Nadie. Muerto el rey, viva el rey.