La senadora con licencia Xóchitl Gálvez se ha convertido en la sensación mediática del momento, sobre todo entre los medios de comunicación contrarios a la 4T, que son casi todos. Y es natural: quieren que Morena pierda en el 2024.
Xóchitl vive sus 15 minutos de fama
-La inflan los medios contrarios a la 4T, que son casi todos
-INE le hace un favor a AMLO al prohibirle que hable de Xóchitl
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Raúl Hernández Moreno
La senadora con licencia Xóchitl Gálvez se ha convertido en la sensación mediática del momento, sobre todo entre los medios de comunicación contrarios a la 4T, que son casi todos. Y es natural: quieren que Morena pierda en el 2024.
Se agarran de un chorro de agua, se aferran a una esperanza, a una ilusión. Les gusta Xóchitl porque es directa, entrona, majadera. Habla el mismo idioma que el Presidente Andrés Manuel López Obrador que dejó la coordinación de la campaña de sus tres corcholatas, para dirigir la campaña de Xóchitl.
Con Xóchitl se recicla la historia de Ricardo Anaya: éste es directo, entrón, le gusta debatir y descalificar a los adversarios. En el 2018, los panistas aseguraban que Anaya iba a ganar. Decían que las encuestas que favorecían a AMLO estaban cuchareadas.
Y es lo mismo que acabamos de ver en el Estado de México, donde el priisimo aseguraba que era imposible que el PRI perdiera porque Alejandra del Moral era la gran estadista que México espera desde hace más de 80 años. Pero el PRI perdió, con todo e ir aliado con el PAN y el PRD.
¿Se convertirá Xóchitl Gálvez en la tercera indígena en llegar a la presidencia de la república? Lo vemos casi imposible. Para empezar no resiste la más leve comparación ni con Benito Juárez ni con Porfirio Díaz.
A Xóchitl la están inflando los medios de comunicación que se juegan su última carta en un intento de que Morena pierda en el 2024.
Hay quienes lo entienden así, como el senador Germán Martínez que sugiere que el resto de los aspirantes del bloque opositor declinen a favor de la senadora con licencia, lo que enviaría un mensaje de unidad y de fuerza.
La oposición esta urgida de señales. Una buena señal hubiera sido que una hora después de abierto el registro de firmas de apoyo, el sistema se hubiera colapsado al conectarse al mismo tiempo varios millones de ciudadanos queriendo firmar por su candidata indígena, como meses atrás sucedió con la venta de boletos para los conciertos de Bad Bunny, Luis Miguel y Taylor Swift. Ahí la gente pago, con Xóchitl es gratis.
Xóchitl no representa un riesgo para Morena, como lo quieren hacer creer los adversarios de la 4T y si hoy goza de 15 minutos de fama, es por las torpezas del Presidente, que parece haberla destruido mediáticamente al denunciar que recibió contratos del gobierno por más de 1,400 millones de pesos.
Xóchitl dijo que si le comprobaban que era verdad renunciaba a la candidatura. El Presidente ya demostró era si es verdad y la respuesta de Xóchitl fue quejarse que López Obrador utilizó el poder del Estado para obtener esa información. ¡Pero es verdad!
La aspirante acaba de ser blindada por el INE que le ordenó al Presidente López Obrador dejar de mencionarla. Es una victoria pírrica, porque a Xóchitl le convenía que AMLO la siguiera atacando. El INE le hizo un favor a AMLO.
En otro tema, el periódico El Financiero, contrario a la 4T y que no suele ser certero en sus encuestas, hoy publica una en la que dice que Xóchitl Gálvez tiene 28 puntos; Creel, 22; Enrique de la Madrid, 12; Beatriz Paredes, 8. El ex gobernador Francisco Cabeza de Vaca, no aparece con nada. Es un cero a la izquierda.
Antes de la postulación de Xóchitl, Creel iba en caballo de hacienda, de la misma manera en que iba en el 2006 y en el 2012, cuando terminó desplazado por Felipe Calderón y Josefina Vázquez Mota. Es un perdedor.